jueves, 5 de enero de 2012

Decisiones por el bien común [Capítulo 9]



9. SOSPECHAS ÁCIDAS

Transcurrieron los tres días de margen que Tsunku le dejó a su sobrina, la nueva integrante y líder de Berryz Koubou. Hoy la conocerían y seguidamente se filmaría un vídeo para darla a conocer al resto del país, aunque obviamente no la presentaría con los honores oportunos hasta el próximo concierto.
Todas estaban nerviosas e intrigadas por verla la cara a la chica. En cambio, Miyabi seguía intranquila después de que le hubiera resultado imposible comunicarse con Saki. Su blog de Berryz Koubou había sido cancelado y el personal tampoco lo utilizaba ya, además de que su móvil no daba señales de vida…
-Risako: Tsunku-san nos estará esperando en la sala de grabación.
-Miya: Ya lo sé.
-Risako: Entonces termina de maquillarte de una vez y vámonos.
Miya no acertaba con el lápiz de ojos y repitió la acción tres veces hasta que a la cuarta le quedó bien el maquillaje.
-Miya: Oye Risako, desde que Saki te llamó no hemos vuelto a saber más de ella ¿no se te hace raro?
Risako se quedó seria pensando y recordó la rapidez con que hablaba Saki.
-Miya: Estoy preocupada, ni siquiera tiene el teléfono encendido…
-Risako –colocó sus manos sobre los hombros de Miya y le prometió compartiendo preocupación: Yo también lo estoy y por eso creo que le haremos una visita…Ella quería verme y pienso que hasta que eso no pase no se marchará a donde tenga previsto.
-Miya: Arigato, Rii! –le agradeció abrazándola.
Se marcharon a conocer a Himeko Suzume.
Todavía no había aparecido en el cuarto de grabaciones y todas la esperaban impacientes.
-Momo: ¡Cuánto tardan! ne?
-Yurina: Demasiado, ya llevamos esperando quince minutos…
-Maasa: ¡Paciencia, kudasai!
-Miya: ¿Lo veis? Ya es malo que sea impuntual.
-Chinami: Pues vosotras no habéis llegado muy puntuales que digamos…
-Risako: Miya que es una tardona, jajaja… -bromeó.
-Miya: ¡Ey no me culpes a mí! Una chica siempre tiene que estar kawaii, ne?
Rieron el tonito de presumida de Miyabi.
-Tsunku –apareciendo en la habitación acompañado por una señorita muy bella, les obligó a guardar silencio- Minna, ohayou gozaimasu.
La joven movió su mano derecha presumiendo y saludándoles en inglés: “Hello!”
-Las seis se inclinaron y respondieron: Ohayou!
Pretendieron no mostrar desagrado protegiéndose con grandes sonrisas.
-Tsunku: Os presento a Himeko Suzume, mi admirada sobrina –les dijo notándosele una alegría renaciente- A partir de hoy ocupará el lugar de Shimizu-san, así que tratadla bien y sed comprensivas si falla en algo; aunque os advierto que es buenísima en todo, jejeje…
-Miya: El lugar de Saki no, quizás su papel en el grupo –matizó haciendo hincapié.
A la chica le molestó ese comentario pero no dijo ni media palabra.
-Tsunku: Bueno, me habéis entendido lo que quería decir.
-Risako: ¿Va a quedarse con nosotras ya mismo?
-Tsunku: Hai, así tengo previsto –les notificó- Y dormirá en el cuarto que era de Shimizu-san.
-Miya: Nani?
-Risako: Pero…
-Tsunku: No vamos a desaprovechar una cama libre –aclaró- Eh, Suzume-san, puedes quedarte con tus compañeras mientras yo dejo tu maleta en la habitación, okey?
La muchacha asintió agradeciéndole a su tío lo que había hecho por ella.
A solas delante de sus nuevas compañeras empezó a mostrar pinceladas de su personalidad:
-Himeko: A ver, antes de que toméis confianza os aviso de que tenéis que llamarme Suzume-san –avisó con palabras de superioridad- Si llegamos a ser amigas, entonces os permitiré que me llaméis por mi nombre de pila, okey?
-Maasa: Para nosotras sería mejor dirigirnos a ti con tu nombre.
-Chinami: Claro, para ser más cercanas, ne?
-Himeko: ¡Ah no, de eso nada! –replicó molesta- Soy la capitana y yo decido cómo me tenéis que llamar, ¿entendéis?
-Miya –irascible de por sí, se le encaró suavemente- Has venido la última y no tienen ningún derecho de tratarnos así.
-Momo: Ey! No os enfadéis por tonterías, respetemos su decisión, ne? –intervino antes de que se enfrentaran de verdad.
-Himeko: Como decía, me llamo Himeko Suzume y para que lo sepáis tengo veintiún años –reanudó su escueta presentación.
-Chinami –con su sentido del humor, le saltó- Demasiado adulta para entrar en Berryz Koubou, ne?
-Risako: Un poco nada más, jajaja…
-Himeko –acercándosele a Chinami y señalándole con el dedo dejándole claro quién era ella- Eh tú, no te pases de graciosita que si se lo digo a mi tío puede expulsarte de inmediato, okey?
Chinami se acobardó ante la amenaza y no tuvo valor para rebelarse, pero cuando Himeko se volvió le hizo burla con la lengua. Miya y Risako quisieron defender a la pobre Chinami pero para no empeorar el panorama  callaron como dóciles chiquillas. Igual hicieron Momo, Maasa y Yurina aunque más bien por no caerle mal a la nueva.
-Himeko: Estoy agotada, me iré a buscar a mi tío para avisarle de que saldré a tomar el aire –les dijo a modo de despedida.
Se largó con desparpajo y glamour, como si fuera ella más que nadie.
-Chinami: ¡No la aguanto! –protestó sacando afuera su rabia.
-Risako: ¡Qué odiosa!
-Miya: ¡Más que eso! ¡Se ha ganado nuestro odio en un segundo!
-Yurina: No pensé que lo diría pero es que es…es… ¡Insoportable!
-Maasa: Me esperaba otra actitud más humilde… -dijo decepcionada.
-Momo: No sé cómo podremos sobrellevarlo…Es demasiado ¿presumida?
-Miya: ¡Estamos a tiempo de explicarle a Tsunku-san que ésa no nos sirve como líder! –se quejó apoyando a Momo- Si es obligatorio que tengamos una encargada de todas ¡que sea Momo!
-Todas, menos la mencionada, coincidieron: ¡Momo!
-Momo: Gomen ne pero no podemos hacer nada… -se disculpó haciéndoles ver la situación- Hasta que no se salte una de las reglas o nos ofenda de verdad no podremos quejarnos con Tsunku-san.
-Risako: Hai, es verdad…Qué mal… -dijo frustrada.
-Chinami: ¿Y si le ponemos una trampa?
-Miya: ¡Buena idea, Chii! –exclamó contenta- Podemos hacer que algún paparazzi la pille con un chico…o la molestamos y la grabamos hablando mal de nosotras…no sé, ¿qué se os ocurre?
-Yurina: Opino que debemos dejarla que se exprese con naturalidad, no somos quiénes para forzar las situaciones –consideró.
-Maasa: Sólo así sabremos cómo es realmente, total, al final cada uno queda por quien es, ne?
-Risako: Está bien, nosotras seremos como somos y que ella actúe con su personalidad insoportable.
-Miya –no convencida pero planeando en su cabecita alguna situación vergonzosa para la usurpadora, dijo- Hai, y cuando choquemos ya veremos qué hacemos…
-Momo: Terminemos el debate aquí, acordaros que tenemos que grabar el vídeo del anuncio de su llegada…
Concluyeron la tertulia del día y se dirigieron a uno de los escenarios donde se filmaría el comunicado oficial de Himeko.
La muchacha destacaba muy por encima de las demás. Derrochaba belleza y perfección, ese cabello castaño ondulado combinado con un maquillaje discreto y un vestuario elegante elevaba su físico por las nubes.
Tuvieron que repetir la pequeña secuencia de medio minuto por culpa de Chinami –siempre sonreía más de la cuenta y daba a entender que se burlaba-. Tsunku la riñó el par de veces que fastidió el vídeo. En resumen, lo que les llevaría cinco minutos como mucho se alargó a media hora…
-Tsunku: Podéis iros a comer, y os doy permiso de que os llevéis a Suzume-san.
-Himeko: Iie, prefiero colocar mis cosas –declinó la sugerencia de su tío- Ya comeré cuando acabe, no es necesario que me esperen.
-Miya: Ya la habéis oído, ¿nos vamos chicas?
Risako y Chinami se engancharon de cada uno de los brazos de Miya y dieron un paso hacia el frente.
-Momo: Haiii!
Las otras tres siguieron a Miya y compañía. Tsunku se mosqueó un poco por la frialdad visible en las chicas pero optó por no tomárselo en cuenta.
Himeko disimuló que se peinaba el pelo para hacer tiempo e irse después de las demás.
Mientras saboreaban los platillos del menú del día, Miya les planteó un tema distinto al del mal sabor de boca de la chica aquella.
-Miya: Para endulzar este almuerzo, he estado pensando en que podríamos ir a ver a Saki.
-Yurina: ¿Hoy?
-Maasa: Dijo que se iría al extranjero a curarse… -habló sin poder creerse esa falacia tan absurda.
-Momo: ¡Quiero verla! Haiii!
-Chinami: ¡Cuándo queráis yo me apunto, eh!
-Risako: Ella fue la que me llamó el otro día cuando estábamos en clase de Nasie-san pero por alguna razón se cortó la llamada, bueno, se despidió rápido –les reveló.
-Miya: Pensamos que fue por la batería pero es que la he estado llamando estos días y su teléfono lo mantuvo apagado… -añadió un dato más preocupante.
-Momo: ¿En serio? –preguntó preocupada -¿Y si la estaban atracando y la han secuestrado?
-Maasa: Iie! ¡Es imposible! –exclamó creyendo saber los hechos al dedillo.
Todas, menos Yurina que agachó la cabeza, la miraron sorprendidas.
-Chinami: ¿Por qué dijiste eso? Acaso no será que tú sabes más…
-Yurina: ¡Qué va a saber más! Jajaja… -salió al paso cubriendo a su mejor amiga- Maasa es tan optimista…
-Miya: Momo exagera, ya sabemos lo dramática que es…jajaja…
-Momo: ¡No estaba exagerando! ¡Me habéis preocupado mucho! –se defendió lloriqueando y juntándose al hombro de Maasa, su protectora.
-Risako: Saldremos de dudas esta tarde, después de las clases escolares tomamos el tren y vamos a su casa, ¿vale?
-Momo: ¡No puedo esta tarde! Justo hoy tengo que ir a la universidad… -les hizo saber, volviendo a hacer pucheritos.
-Chinami: Y yo después de las clases tengo que ir a la pelu, ya tenía cita desde hace una semana…
-Miya: ¿A qué hora terminaréis vuestras obligaciones? A Saki le alegrará si vamos todas.
-Momo: Yo muy tarde, a las diez de la noche.
-Chinami: Creo que a las ocho estaré lista.
-Maasa: Ey chicas, no creo que sea muy oportuno visitarla tan pronto –pensó según el plan inicial de Saki.
-Yurina: Claro, los sentimientos de nostalgia pueden salir a flote…Quizás dentro de unos días o semanas…
-Risako: Iie! De hoy no pasa, ella me habló preocupada ¿y si la enfermedad es más grave de lo que nos dijo qué?
-Miya: ¡Ay no digas eso! –exclamó asustada- Iremos y le daremos una bonita sorpresa, ¡se alegrará y no se pondrá triste en ningún momento!
-Momo: Hai! No iré a la universidad hoy –decidió en último momento por un bien común- ¡Saki es más importante! Los estudios pueden esperar.
-Chinami: No puedo cancelar la pelu…
-Yurina: ¿Para qué vas a ir? ¡Estás perfecta!
-Chinami: Ya lo sé, arigato Kumai-chan! Jajaja…El flequillo lo quiero más corto.
-Yurina: Ah, yo puedo cortártelo.
-Risako: Kumai-chan es buena con las tijeras, yo me fio de ella.
-Chinami: Okey! ¡Me pondré en tus manos!
-Miya: Arigato gozaimasu, minna! –les agradeció concretando la hora- Quedaremos en la salida de Hello! Project a las… ¡Seis y media!
A todas les pareció bien. Terminaron de comer, pagaron la cuenta y se marcharon a descansar un ratillo.
En su corta tarde tomaron clases escolares, cada cual con su maestro adecuado –menos Momo que iba a la universidad y tuvo que avisar de que no iba-. Luego, una media hora antes de realizar su objetivo, Yurina igualó el flequillo de Chinami dejándoselo igual o mejor que lo haría un profesional.
Puntuales como les importaba tanto, todas se reencontraron a la salida. Cogieron un tren hasta el barrio de Saki y caminaron hasta la casa concreta. Antes de llamar, Miya animó a que todas tuvieran el detalle de comprarle un surtido de pastas de crema.
-Shimizu-san –les atendió la madre de Saki- Konnichiwa!
-Todas: Konnichiwa, Shimizu-san!
-Shimizu-san: Pasad, pasad.
Entraron, se descalzaron y con el permiso de la mujer ocuparon el sofá y los dos sillones.
-Shimizu-san –les preguntó mientras les servía el té con las pastas que le habían regalado: ¿Qué os trae por aquí? Hacía mucho que no os veía a todas, ¿qué tal os va todo?
-Risako: Todo bien, Shimizu-san –contestó yendo al grano- Verá, echamos tanto de menos a Saki que venimos a verla.
Maasa se mordió el labio y Yurina cruzó los dedos detrás de su espalda. ¿Y si la madre lo sabía todo y se descubría el pastel?
-Shimizu-san: Ah, vaya…qué pena que no va a ser posible…
-Momo: ¿Por qué? ¿Salió a hacerle un recado? –preguntó ingenuamente.
-Shimizu-san: Qué va, se marchó hace tres días de viaje espiritual y me pidió que nadie la molestara ¿no lo sabíais?
Se quedaron boquiabiertas, salvo Yurina y Maasa. Ahora todas menos las que sabían parte de la verdad, se formularon la siguiente pregunta: “¿Tan grave es la enfermedad que ni sus padres lo saben? ¿Ha mentido para no preocuparles?”
-Chinami: Pero…¿usted no ve la tele? –preguntó indirectamente.
-Shimizu-san: Hai, todos los días.
-Miya: Saki nos contó…bueno, ella se graduó porque…
-Shimizu-san: Estaba cansada de seguir en Hello! Project y quería vivir la vida a su manera sin depender de unas normas estrictas –le completó la frase dudosa- Y ya sé que la versión oficial era la de una enfermedad pero eso es falso, está perfectamente bien, ¿no os había dicho nada?
La mayoría se quedó muda, más blancas que el papel.
-Miya –improvisando el guión, se aventajó a decir: ¡Oh claro que nos lo dijo! Jajaja…¡Somos como hermanas! ne chicas?
-Risako: Haiii! Lo sabíamos hasta con antelación, jajaja… -se apuró a ayudar a Miyabi.
-Chinami: ¡Por supuesto! Lo que olvidamos es la fecha en la que se iba de viaje…¡Con tanto trabajo quien no lo va a olvidar! Jajaja…
Momo iba a pedir explicaciones pero Maasa le dio un codazo callándola a tiempo. La pobre era la única que no entendía nada…
-Miya: Arigato por la merienda, ya nos vamos.
-Shimizu-san: Está bien, volved cuando ella esté de regreso, okey?
-Todas contestaron: ¡Claro!
Se despidieron con los formalismos propios y salieron zumbando de esa casa. Algunas con más rabia que prisa, otras que no sabían cómo disimular y Momo totalmente desconcertada.
Cogieron el tren casi por los pelos y durante el trayecto nadie tuvo la osadía de hacer ni la más mínima pregunta.

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