lunes, 21 de noviembre de 2011

Y Yo Que Decía Nunca [Capítulo 1]

Y ya el primer capítulo de esta nueva historia ^^


-Eh Gaki, Gaki… ya dale pendeja que te vas a pasar todo el santo día durmiendo y me tengo que bañar. Una mujer de rasgos orientales intenta desesperadamente sacar a una joven también de rasgos orientales de una tina.

- Arrrssrsrs, yo me lo gané primero psss, perdiste como China. La joven se acomoda, si puede existir acaso comodidad dentro de una tina, le tira un pedo y con eso declara que ha ganado esta batalla.

- Ah sí, ya veremos. La mujer abre el grifo y deja salir un bondadoso chorro de agua fría sobre el bulto de abajo.

- Aaaaaaaaaaaaaahh , pero que m... antes de que pudiera terminar la frase y en medios de notorios tiritones producto de la helada reciente, la mujer le para. 

- Eh, cuidadito con garabatos, ya me escuchaste ayer, mira que tú podrías ser lo único bueno que puede surgir de este burdel, además que pretendes durmiendo en la tina, digo creo que cualquiera te respondería que una cama es más cómoda.

- Es que anoche llegué muy tarde, y como mi cama la estaba ocupando “el Joto”, me acomodé en lo primero que pillé.

-  Ya vale, pero ahora me tengo que bañar… y tú deberías hacer lo mismo mira que si sigues así ningún cliente te va a querer en su cama, ríe por lo bajo.

- Ja “no creo que acostándote con uno y otro sea la mejor forma de surgir, mejor estudia y se alguien”, por lo menos eso me dijiste ayer por la tarde.

- Eso dije, creo que escuchaste mal. Aunque esa no sería tan mala idea, claro que podría ser mejor si te preocuparas más en los estudios que andar por allí haciendo sabe Dios que cosas por las calles.

La joven le sonríe, sabe que la mayor está enterada de todo lo que pasa con ella por las noches, después de todo cuantas veces ha tenido que ir a buscarla a la penitenciaría, a ella y a la “yanqui”, y es que simplemente no podría ser de otra manera. Ella siempre intentaría ayudar a la otra y la otra sabiendo que tendría siempre esta ayuda intentaría una y otra vez meterse en problemas, o como ella misma decía: Los problemas son los que se meten conmigo.

- Mejor me voy andando, después de todo la regada me despertó y de alguna forma tengo que quitarme el dolor que tengo en el espinazo. 

- Vale te cuidas y pasa a buscar a Reina, mira que con tantos días faltados ni con mil revolcones voy a hacer que el director la pase de curso.

La joven alza la mano señalando que ha entendido el mensaje, se despide y sale. Lo primero que hace es ir hasta su pieza una antigua bodega y busca su uniforme, advirtiendo primero que el Joto ya no se encontraba en ella. 

- No está, seguro que se fue a tomar.

La joven se viste rápidamente, comienza a atravesar los pasillos y piezas, baja dos pisos hasta llegar a una puerta en particular.

- Arrib… ahhh!!! Pero que demonios como sales así toda alborotada y me das un portazo en la cara.

- Lo siento Risa, es que si no nos apuramos llegaremos tarde y ahhh mira la hora. 

Acto seguido se ven dos jóvenes saliendo de un enorme edificio que alguna vez había sido un cine y teatro, “Manhattan”, claro eso ya hace mucho ahora sólo una sala funcionaba y no precisamente con los últimos estrenos, digamos en este momento que las películas ya llevaban su tiempo y para ser más sinceros dudo mucho que pudieran asistir menores de edad. Todas las otras salas habían sido reconstruidas para servicios específicos, aunque claro todos con un único fin, satisfacer a los clientes.

Tokio era una ciudad enorme y el instituto les quedaba un tanto lejos, pero no se quejaban, el nivel de enseñanza era bueno, por no decir excelente, y después de todo el esfuerzo  hecho por la “china” no podían desperdiciarlo así como así. Tomaron el directo justo a tiempo y luego de un rato llegaron justo un par de minutos antes de que tocaran la campana.

- Espero que hoy te quedes todo el día.

- Psss, no es mi culpa de que las clases sean tan aburridas, además es cansador estar todo el día fingiendo ser una niña buena, tú sabes que se me dan mejor otras cosas.       

- Sabes que aquí las cosas cambian, además esa es la única forma de ser aceptadas. O qué, vas a presentarte frente a todas diciéndole– Que es mejor marihuana o pasta base- o que tal ésta – Que prefieres en la cama ¿un hombre o una mujer?-

- Ja y qué, acaso no es lo mismo para ti, hemos vivido las mismas cosas no?.

- No digo que no, sólo estoy tratando de decirte que esforzándonos aquí podemos cambiar ese tipo de vida, no sé tú pero no quiero estar viviendo toda mi vida en una bodega.

- Ummm, tienes razón y sabes que lo sé mejor que nadie, pero te juro que me aburre este lugar, sobre todo por esas niñas quejándose por cosas que en realidad no tienen mayor importancia.

- Vale pero obviando eso tratemos de seguir adelante sí.

- Ok.

Las dos jóvenes entran al salón, se sientan en sus respectivos pupitres y esperan para lo que será un largo día.

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