domingo, 8 de enero de 2012

Decisiones por el bien común [Capítulo 9]


10. PELIGROS AL BORDE DEL PRECIPICIO

La más afectada por el embuste de Saki era Miya, siguiéndole Risako y Chinami. Momo todavía no entendía las palabras de la señora Shimizu en relación con las aclaraciones de sus sabiondas compañeras. Y claro, Maasa y Yurina seguían sin soltar prenda sobre el secreto misterioso que cada vez tornaba forma más oscura.
Al llegar a la entrada de Hello! Project, Miyabi explotó.
-Miya –despotricando contra la hipocresía, saltó- ¡Qué vergüenza he pasado delante de Shimizu-san! ¿Cómo nos ha podido engañar así Saki? ¡Creía que era nuestra amiga! ¡¿Desde cuándo dejó de confiar en mí?!
-Yurina: Ey, cálmate Miya –intentó tranquilizarla, no obstante muy en vano- Sus razones tendrá.
-Momo: Yo no entiendo nada… -dijo con cara de póker.
-Risako: No sé pero a mí me parece esto extrañísimo…Saki no es así.
-Miya: ¡Me ha decepcionado profundamente!
-Maasa: Baja el volumen, por ahí viene Suzume-san –le avisó divisando a la tipeja a lo lejos.
-Chinami: Puag, qué asco…Y encima viene acompañada…
Himeko llegó al lado de Sayumi –integrante de Morning Musume -. Sólo la bellísima Sayu saludó a las chicas, la otra pasó de largo sin mirarlas ni tan siquiera…
-Risako: Uy, qué mal… -comentó con malas vibraciones- Parece que hicieron buenas migas…
-Miya: ¡No os olvidéis de lo que ha pasado! –les recordó pataleando para ser oída.
-Momo: ¡Qué alguien me explique! ¿Sabíais que lo de la enfermedad era mentira y que se había ido de viaje espiritual? ¡Yo no! –les chilló con su peculiar voz aguda.
-Risako: ¡No sabíamos nada! –le respondió- Tuvimos que fingir para no quedar mal.
Maasa y Yurina volvieron a disimular mirando para otro lado.
-Chinami –preguntó a las que se escondían- ¿Seguro que ninguna sabía nada? ¿Tampoco vosotras?
-Yurina: Eh…pues…
-Maasa: Está bien, hemos mentido –confesó honestamente.
-Momo: ¡Maasa-chan! ¡Explícate mejor!
-Yurina: Maasa y yo sabemos algo más, mejor os lo contamos dentro.
-Chinami: En nuestro cuarto, ésa puede estar husmeando por ahí…
Se juntaron en el dormitorio de Chinami y Momo. Entre Maasa y Yurina les relataron la confesión de Saki lo más detallada y aproximada a sus palabras.
Al acabar las que no tenían ni una ligera idea se quedaron anonadadas, como si un saco de cien kilos de decepción les aplastará sus corazones. Momo lloró y a las otras tres poco les faltó.
-Miya: ¿Se graduó por un chico? –preguntó con un tono demasiado alto.
-Maasa: Sssh! Pueden oírnos.
-Risako: Tsunku-san nos mata si se entera alguien.
-Yurina: A lo mejor yo haría lo mismo si estuviera en su lugar.
-Chinami: ¡Pues yo no! Ya tuve novios a escondidas  y no me gradué por eso –reveló.
-Momo: Y yo, jejeje… -agregó sonrojada.
-Miya: ¡Como todas! ¿O me vais a negar que no os habéis saltado nunca una regla? –confirmó un tema que se había quedado en un rumor- A mí hasta me pillaron las cámaras pero como iba bien cubierta sólo se quedó en un rumor…Jajaja…Algunos creyeron que era Saki Fukuda…
-Chinami: Ey, no nos desviemos del tema –les detuvo.
-Risako: Pues volviendo al asunto, ella me dijo que quería verme solo a mí y como Miya dice que su teléfono está apagado…¡le enviaré un mensaje y quedaré con ella para salir de dudas!
-Miya: E iremos todas camufladas para desenredar el misterio, ne?
-Chinami: Rarísimo… -añadió pensativa- ¡Qué bien que nos disfrazaremos!
-Momo: ¡Me pido ir de melocotón!
-Chinami: ¡Yo de monito! Jajaja…
-Yurina: Ya os dijimos que estará con su novio y van a casarse, ¿no habéis escuchado bien?
-Maasa: Es probable que quiera decírnoslo a todas, supongo que antes de casarse ne?
-Risako: ¡Segurísimo! Esta Saki tan misteriosa…
-Momo: Lo planearemos mañana porque tengo mucha hambre, ¡vamos a cenar!
-Maasa: Kudasai!
Salieron a cenar y no volvieron a tocar el tema. De camino a los dormitorios, Risako tomó su móvil y envió un mensaje a Saki con la fecha y hora exacta: el domingo de la semana siguiente.
Sorprendentemente, Himeko ya dormía tranquilamente en la cama que ocupaba Saki. Con lo cual, evitaron murmurar cualquier comentario referente a la misión.

Discurrieron los días y llegó el domingo que tenían libre en la semana. Dichosos días previos al ansiado descanso –tan anhelado debido a la asfixiante perfección de Himeko- que habían parecido como una tortura. La joven había recibido elogios en todas las clases, en la de coreografía, en la de gimnasia, en la de canto…Para ser la novata parecía una experta en todo, lo que molestaba y dejaba muy inferior a las demás.
Habían quedado al atardecer, en una calle poco transitada de un barrio tranquilo. Saki no respondió al mensaje pero ninguna perdió la esperanza y cada una en sus puestos desempeñó su papel. Chinami interpretaba a una colegiala que volvía del colegio y se quedó mirando escaparates del final de esa calle –la cual la cruzaba otra calle más amplia-. De mono no pudo ser porque llamaría la atención demasiado y eso no era lo que querían.
Yurina y Masa se vistieron de ancianos con los kimonos típicos. Estaban tan graciosas con los vestuarios de los abuelos de Maasa…Con los bastones, las pelucas grisáceas y la postura encorvada estaban muy creíbles.
Miya y Momo se encargarían de la grabación de vídeo y sonido. Momo se disfrazó de niño pequeño y Miya de hombre de negocios. Ambas se escondieron en una esquina de uno de los callejones que dividían a la calle principal –Miya sujetaba la cámara de vídeo y Momo el amplificador de sonido-.
Risako –la protagonista de arriesgada misión- tenía que ser ella misma sin levantar ninguna sospecha en Saki. La esperó en un banquito.
-Risako: Ahí viene, todas listas, okey? –les avisó por un mini micrófono que llevaba incorporado en el revés del cuello de su chaqueta.
Todas asintieron.
El coche de Yutomo se detuvo en la calle donde Chinami hacía guardia y de él bajó Saki. No se fijó en su compañera y eso que pasó por su lado, pues Chinami estaba de espaldas.
Al localizar a Risako se echó a sus brazos con mucho cariño. Las dos se echaban mucho de menos.
-Risako –con amenaza de lágrimas, le reclamó: ¡No te debiste ir por eso! ¡Nadie puede ocupar tu lugar! Y sin embargo…
-Saki –haciéndole gestos con los ojos, dijo: No digas eso, un problema de salud no es cualquier cosa.
-Risako: ¿Un problema de salud? Saki, lamento decirte esto pero nosotras…
-Saki –la interrumpió en cuanto intuyó que sabía la verdad- Claro, sé que es doloroso pero os acostumbraréis –terminó llevándose el dedo índice a los labios.
-Risako –sin entender qué se traía entre manos, no quiso preguntarle si le obligaron a graduarse- Y bueno, para qué querías verme a mí sola.
Saki se sentó en el banco, se quitó un pendiente y rayó en la madera formando algunos kanji: “No me preguntes. Sólo responde. Por favor”
Su aspecto era bueno y su ropa estaba limpia pero lo que Risako no sabía –ella sí, por supuesto- era que Yutomo-kun estaba escuchándola a través de un micrófono que llevaba prendido debajo de su camisa. Y siguiendo las instrucciones, se limitó a obedecer.
-Saki: Necesito dinero, ¿podrías prestármelo? –le soltó con una mueca de apuro.
-Risako: ¿Dinero? –preguntó sorprendida-Tú debes tener suficiente, siete años en Berryz Koubou…
-Saki: Tenía poco ahorrado y el tratamiento en Estados Unidos es muy caro, no me alcanza –se justificó.
-Risako: Ah, entiendo…¿Cuánto necesitas? ¿Por qué me lo pides a mí?
Saki volvió a escribir en el banco: “No preguntes innecesariamente. Sólo escucha y responde afirmativo”
-Saki: Un millón de yenes.
-Risako: ¿Tanto? Oh Kamisama! –exclamó desconfiando de la verdadera utilidad.
Por tercera vez dibujó unas palabras: “Estoy en peligro. Sólo así podrás ayudarme. Di que sí, por favor”
-Risako: Hai, te lo prestaré.
-Saki: Arigato! –le agradeció mirándola como su salvación.
-Risako: ¿Cuándo y dónde te lo entregaré?
-Saki: Eh…pues…lo antes posible –contestó dubitativa- Avísame, kudasai.
-Risako -asintió y la abrazó susurrándola al oído muy en bajo: Todas nos están vigilando, vente con nosotras y nos cuentas.
Negó con la cabeza pronunciando un no con los labios.
-Saki: Mata ne!
-Risako: Saki…
Se despidió y echó a correr. Risako la siguió hasta donde la vista le llegó, igual grabó lo mismo Miya y Momo. Yurina y Maasa, que todo el rato habían estado sentadas en el banco final de la calle, afinaron la mirada cuando pasó por su lado. Chinami fotografió el coche donde montó Saki –incluida la matrícula- y un poco a su conductor, pese a no salir nada más que su perfil…
Chinami fue la encargada de avisar a las demás de la huída de Captain. Después todas se unieron a Risako.
-Miya: ¡Apenas hablasteis! –protestó.
-Momo: Ni contestó a lo que tanto queríamos saber…¿por qué ha engañado a su familia? No creo que no tenga dinero…
-Chinami: Ey, contadlo todo –dijo intrigada- Risako fue quien habló con ella y vosotras dos –refiriéndose a Momo y Miya- habéis grabado la conversación con los aparatos esos.
Risako explicó más allá de las palabras que el equipo MiMo había almacenado en un grabador profesional, es decir, les contó y mostró lo de las ralladuras en el banco.
-Yurina: ¿Está en peligro? –preguntó temerosa.
-Miya: ¡Es terrible!
-Maasa: Tengo malos presentimientos, chicas.
-Chinami: Y yo sospechas horribles, creo que la persona que la trajo en coche es el novio y está utilizándola… -opinó dejándoles ver las fotos que había tomado.
-Momo: ¡Tenemos que hacer algo! Cuando Risako le lleve el dinero, pedimos un taxi y les seguimos, okey?
-Yurina: ¡Sería lo ideal!
-Miya: ¡Ese chico no va a hacer nada malo a Saki! ¡Antes le matamos!
-Risako: Es verdad que se la veía bien pero si dijo que está en peligro…¿a qué se referirá?
-Yurina: Es posible que la tenga retenida en contra de su voluntad.
-Momo –lloriqueando, apenada, dijo: ¡Un secuestro nooooo!
-Maasa: Sabemos que Saki nos ha mentido a nosotras y a su familia, necesita dinero para una cosa que sabemos que no es verdad…entonces tenemos que investigar más a fondo.
-Chinami: Quizás el tipo la amenaza con hacer un súper escándalo si no hace lo que él quiere…
-Miya: ¡Ey, tengo un plan a medias! Tenéis que ayudarme a completarlo –les propuso- Si confirmamos que es el novio y la ha engañado podemos rescatarla pero…¿qué haremos para evitar el escándalo público?
-Risako: Eso es muy difícil, tendría que intervenir la policía si es que la tuviera secuestrada y cómo lo demostraríamos…
-Momo: ¡Mañana tenemos que escaparnos y saber la verdad de todo!
-Chinami y Miyabi –a la vez- Haiii!!
-Maasa: Mañana tenemos ensayos generales para el concierto de presentación de Himeko…
-Yurina: ¡Anda si es verdad! Como en el concierto de otoño se gradúa Ai no podía coincidir con la presentación de la nueva y es dentro de tres días…
-Miya: ¡Da igual! Decimos que estamos con fiebre todas y que aplacen los ensayos para el día siguiente, ne?
-Risako: ¿Te crees que Tsunku-san es tonto?
-Yurina: Tenemos lo que queda de día para pensarlo, si alguna tiene una idea que se lo comunique a Momo –sugirió.
Todas estuvieron de acuerdo.
Regresaron a Hello! Project.
Al terminar de cenar, Miya y Risako se cuestionaron por todo lo que habían vivido desde la graduación de Saki.
-Miya: ¿Crees que Saki estará bien?
-Risako: Uhm, eso espero.
-Miya: Y… ¿podremos hacer que vuelva? Ya sé que nunca ha pasado eso pero… ¿nosotras lo conseguiremos?
-Risako: No lo sé pero… ¡Daremos lo mejor de nosotras mismas!
Chocaron sus manos y se metieron cada una en su cama.
Eran ya las once de la noche y Himeko no había aparecido, ni siquiera la habían visto en todo el día…Tampoco les importó. Apagaron las luces y se acostaron.

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