miércoles, 4 de enero de 2012

Decisiones por el bien común [Capítulo 8]

8. SORPRESA INAUDITA

Con esa despedida fugaz Risako se quedó estupefacta. No era ése el estilo de Saki, sería que…”¿Le ha pasado algo malo?” –pensó preocupada.
-Miya: Ey! ¿Por qué no me la pasaste? ¡También quería saludarla! –le reprochó muy enfadada.
-Risako: Gomen ne, se le debió acabar la batería… -se excusó ocultándole sus sospechas.
-Miya: ¡Luego la llamaré y hablaré todo lo que yo quiera!
-Risako: Claro –le dijo sonriente- Y vámonos ya que nos puede caer una buena con Nasie-san…
Efectivamente Nasie-san hacía rato que estaba en la sala y esa escapadita les salió muy cara. Castigó a todo el grupo a repetir tres veces seguidas la coreografía del nuevo single que aparecería en un mes.
-Chinami: Puf, qué pesada es… -se quejó por lo bajini.
-Yurina: Cierto, desde que supimos que rompió el compromiso con su novio se ha vuelto más insoportable… -añadió al oír a su compañera, ya que estaban relativamente cerca.
Y como le pareció poca sanción prolongó la clase media hora más de lo previsto.
-Nasie: Oídme bien, a la próxima que llegue tarde a mi clase le tendré una hora cargando pesas, okey?
-Todas –por la cuenta que les traía: Haiii, Nasie-san!
Recogió sus cosas y se largó malmuhorada.
-Momo: ¿Por qué os fuisteis? –les preguntó indignada.
-Chinami: Como mínimo, dinos qué tan importante fue la llamadita que recibiste.
-Risako: No os enfadéis, chicas –intentó calmarlas con su carita angelical y agitando las manos- Veréis, era…
-Miya: ¡Saki! –se apresuró en explicarles- ¡Llamó porque nos echa mucho de menos! Y aunque se cortó la llamada por la batería, oí que quiere vernos, ne Risako?
-Las chicas salvo Risako: Oooh! –exclamaron impresionadas.
Risako dejó que Miyabi se desenvolviera a su manera.
-Maasa: Eso es bueno pero… ¿cuándo le haremos una visita?
-Yurina: Tendrá que ser antes de que se marche al extranjero, ne?
-Miya: ¡Claro que sí! –asintió muy confiada en sí misma- Esta noche le llamaré y le preguntaré cuándo tiene previsto irse, ya entonces buscaremos un hueco para visitarle, ¿qué os parece?
-Momo: ¡Fantástica idea, Miya! –exclamó animada- Como nueva líder, ¡apoyo el plan!
-Chinami: Haremos lo que queráis pero… ¡comamos primero kudasai!
-Momo y Maasa dijeron al unísono: Haiii!
-Miya: Let’s go girls!
Durante la comida charlaron sobre cómo sorprenderían a Saki.
-Chinami: Sería genial si llegáramos sin avisar –propuso.
-Momo: Le alegraría que le regalásemos pastas, ¡a ella le encantan!
-Maasa: Podemos pensar en algo más original…
-Yurina: ¿Qué sugieres, Maasa?
-Risako: ¿Qué tal si hablamos de otro tema? Me parece que es más importante prestar atención a Nasie-san y aprendernos el baile lo antes posible, ne? –cambió de asunto bruscamente.
-Miya: ¡Ay no seas impertinente, Rii! –replicó volviendo a su tema preferido- Tengo una idea súper interesante.
-Momo: ¡Cuenta, cuenta!
Nadie tomó en consideración el comentario de Risako y afinaron sus oídos para escuchar la propuesta de Miya.
-Miya: Le demostraremos que ella es única negándonos a que otra sea líder, es decir, que Momo tiene que renunciar a lo que debe corresponderle según las normas.
-Chinami: ¿Berryz Koubou sin capitana?
-Maasa: Sería algo…
-Risako: Absurdo e imposible –terminó la frase de Maasa.
-Momo: ¡No habléis ignorándome! –se hizo escuchar levantando la voz- Tsunku-san todavía no me ha dicho nada sobre eso…
-Yurina: Es demasiado obvio, Momo.
-Miya: ¿No estáis de acuerdo? ¡A Captain no la sustituye nadie!
-Maasa: Lo sabemos, pero todos los grupos tienen que tener una líder, no puede estar sin nadie al cargo…
-Miya: Todas nos cuidaremos, como si fuéramos hermanas y con este lema ¡Todas para una y una para todas! seguiremos hacia adelante –expresó.
-Chinami: Ah, eso suena bien…
-Risako: Momo era la sublíder y sería líder, así que ella tiene que decidir, ¿estás de acuerdo?
-Momo: Eh…yo…pues…no sé qué decir…
-Miya: ¡Di que sí!
-Maasa: Lo que decidáis estará bien, ambas posturas me parecen razonables.
-Yurina: Pienso igual que Maasa, ¿qué dices Risako?
-Risako: Si nos enfrentamos a Tsunku-san podemos jugarnos mucho…un castigo horrible o más normas rígidas…
-Miya: ¡Claro que eso no pasará, Rii! –aclaró con demasiado optimismo- Dicen que la unión hace la fuerza así que… ¡Lo lograremos! desho?
-Todas menos la escéptica de Risako: Yeaaaah!!
-Momo: Muy bien, iré ahora mismo a hablar con él aunque no sepa cómo exponérselo…
-Miya: Ah pues Chinami irá contigo, ya que ahora sería sublíder…
-Chinami: Nani? –pillándole de improvisto- ¡Qué responsabilidad!
-Momo: ¡Yo quiero que venga Maasa-chan!
-Maasa: Es que yo…
-Risako: ¡Ay por favor, qué jaleo! –saltó levantándose- Voy yo y ya está, ¿vale Momo?
-Momo: Arigato, Rii-chan!
-Todas: Minna, ganbatte!
La parejita se dirigió hasta la oficina del señor Tsunku pero desistieron en su espera al aporrear tres veces a la puerta y no recibir ni respuesta…
-Risako: Qué ingenuas… ¡Estará comiendo! –se pensó.
-Momo: ¿Y qué hacemos? ¿Le esperamos o volvemos más tarde?
-Risako: Iie!, ya vendremos después…
Como agua de Mayo, el buscado hombre se presentó en el pasillo.
-Tsunku: Minna, konnichiwa!
-Momo: Tsunku-san, nosotras queríamos hablar con usted para…
-Risako –interrumpiéndola, se justificó- No es demasiado importante, si está ocupado ya hablaremos otro día.
-Tsunku: Ah sí, justo quería hablar contigo Tsugunaga-san –dijo haciendo memoria- Qué bien que no haya tenido que buscarte.
-Momo: Honto desu ka?
-Tsunku –sonriente y de buen humor le invitó a pasar a su espacio privado- Pasa, kudasai.
-Risako: ¿Yo también puedo?
-Tsunku: Iie, Sugaya-san –negó sutilmente- Sólo necesito hablar con Tsugunaga-san.
No le pareció extraño que sólo quisiera ver a Momo, seguramente tratarían el tema que tanto preocupaba a las demás. Ella tenía otra inquietud más importante y ese apuro ínfimo no le cambió el humor.
Tsunku le ofreció asiento y él ocupó su silla.
-Tsunku: Es muy reciente la graduación de Shimizu-san y he de suponer que habrás tomado en cuenta cuál será tu función a partir de ahora, desho?
-Momo: Así es pero…
-Tsunku: Siempre suele ser así con el grupo insignia, con Morning Musume, ya que siempre existirá con múltiples renovaciones –le interrumpió para argumentarse– En cambio, con las Kids es diferente. Hay graduaciones pero no se renuevan los grupos, por ahora. ¿Qué pasaría si se sucediera una cantidad de graduadas reduciendo al grupo a tres, por ejemplo?
-Momo –reflexionó su respuesta y le dijo- ¿Desaparecería Berryz Koubou cuando todas lo dejemos?
-Tsunku: Según el éxito del grupo, pero en vuestro caso no, en mis planes actuales quiero contar con Berryz Koubou por mucho tiempo.
-Momo: Ah, eso está bien pero…
-Tsunku: Y sé que ya eres capitana de Buono!, por tanto no te obligaré a cargar con un peso más –intervino desconcertándola totalmente- De modo que he pensado en la persona ideal que desarrollará el nuevo papel de líder.
-Momo: ¿Ah sí? ¿Maasa?
-Tsunku -se pausó unos segundos, respiró profundo y confesó- No será ningún miembro existente, una nueva persona se reincorporará en breve.
-Momo –sorprendidísima- Nani? ¿Cómo puede ser…eso…posible?
-Tsunku: Mi sobrina Suzume  Himeko es una chica brillante que se sabe al dedillo todas las canciones de Berryz Koubou y casi todas las de Hello! Project, por no hablar que es una experta en baile…tanto o más como lo era Shimizu-san –le explicó alabando grandiosamente a la desconocida- Os la presentaré en tres días, ahora tiene exámenes en la universidad y no podrá pasarse por aquí.
La expresión de la cara de Momo denotaba una total estupefacción aplastante.
-Momo: Nunca hubiera pensado que…
-Tsunku: El futuro de Berryz Koubou va a cambiar, ya veréis como todo irá a mejor –y prosiguió despachándola- Ah, díselo a las demás, yo tengo canciones que corregir. Tsugunaga-san, ja mata!
Momo se despidió con reverencia y con indigestión de semejante noticia.
No se atrevió a contactar con sus compañeras, se acobardó tanto que decidió esconderse con Airi –una de sus mejores amigas- por algunas horas.
Maasa y Yurina la buscaron preguntando a la gente pero nadie la había visto. Risako fue la única que la vio y se figuraba que estaba escondiéndose para no dar la cara y decirles que había fracasado en su propuesta grupal.
-Miya: Pues si sigue sin aparecer, iré a hablar con Tsunku-san yo misma.
-Risako: ¿Tú? No te escuchará –le garantizó molesta por el comportamiento inmaduro de Momoko.
-Chinami: Ya que no me queda de otra…tendré que ir yo… -habló la supuesta sublíder.
-Maasa: Chicas, dejadlo pasar un rato, ne?
-Yurina: No es razonable agobiar a la pobre Momo o  molestar a Tsunku-san por una pequeñez, ¿no os parece que exageráis?
-Risako: Es verdad, dejemos que ella o Tsunku-san nos digan algo. No creo que se vaya a esconder eternamente –intervino.
-Miya: Okey! Gomen ne! –se disculpó antes de penetrar su cuarto.
Cada una pasó a su dormitorio para cambiarse. Ya habían comido y su digestión hacía rato que se les había producido así que en menos de una hora les tocaba clase de gimnasia.
Después de una charla profunda con Airi, Momo comprendió que debía enfrentarse a sus compañeras y explicarles sin detenerse o avergonzarse. Con coraje que su amiga le impulsó, fue tocando a la puerta de cada una de las habitaciones del resto.
-Miya: ¡Ya era hora de que aparecieses!
-Risako: ¿Dónde te habías metido, eh? –le recriminó.
-Chinami: ¡No se vale escaquearse!
Yurina que era tan comprensiva no la juzgó ni reprochó nada. Se quedó callada esperando a que –la dejaran hablar o Momo se decidiera-.
-Maasa: Pero no llores, habla tranquila ne?
Se sintió tan asustada y criticada por tres de sus amigas que alguna lagrimita se le salió…
-Momo: Tengo miedo de deciros esto pero tengo que hacerlo.
-Miya: Nani? Seguro que Tsunku-san se negó en rotundo –dedujo por su cara nerviosa.
-Risako: Segurísimo –apostó sin dudar.
-Yurina: ¿La vais a dejar hablar de una vez? –saltó dejando de lado su tranquilidad.
-Momo: En mi cuarto, okey?
Todas la siguieron hasta su habitación –que era la misma que la de Chinami-.
-Momo: Va a pasar algo…terrible.
-Risako: ¿El qué? ¡Déjate de rodeos! –le avivó más nerviosa todavía.
-Chinami: Momo, dilo, kudasai.
Momo, Risako y Chinami estaban acopladas en el borde de la cama de Momo, en frente de las otras tres –Miya, Maasa y Yurina.
-Momo -se mordió el labio inferior, cruzó los dedos, aspiró aire y habló: El puesto de líder lo va a ocupar la sobrina de Tsunku-san.
-Todas a la vez con los ojos abiertos como platos, exclamaron de piedra: Nani?
En medio del asombro Momo les relató la conversación que mantuvo con Tsunku y al terminar hubo una discusión negativa sobre el suceso. A ninguna le pareció una decisión acertada.
Tanto se alargó el debate que el profesor de gimnasia se vio obligado a buscarlas.

Ni durante la clase de deporte ni en la cena, nadie comentó nada de lo que ya sabían que estaba por pasar…
-Maasa: Eh chicas, me parece que deberíamos hablar con calma sobre lo que Momo nos contó –rompió el silencio mientras deambulaban derechas a sus cuartos después de un duro día de trabajo.
-Chinami: Pienso lo mismo.
-Miya: Okey, vamos a hablar a la sala de reuniones –les propuso con su opinión bien formada en su cabeza.
Las seis tomaron prestado ese espacio pidiendo permiso a un sujeto del personal de Staff.
-Momo: Bueno, yo no estoy de acuerdo con la nueva incorporación.
-Risako: ¡Ni yo tampoco! –protestó acalorada- Si Saki no está y no puede ser ninguna de nosotras la líder, ¿por qué tiene que venir otra?
-Miya: ¡Planeemos cómo echarla lo antes posible!
-Yurina: Eso suena cruel, ne?
-Maasa: A mí tampoco me gusta que entre una chica nueva pero lo correcto sería que la diéramos una oportunidad.
-Chinami: Pensándolo bien, concuerdo con Kumai-chan y con Maasa.
-Miya: ¡Tenemos que impedirlo como sea! ¡Qué ninguna usurpadora robe el lugar de Saki! –exclamó enérgica.
-Momo: Eh, tal vez…deberíamos conocerla… -cambió de parecer ablandándosele el corazón.
-Risako: ¡¿Qué dices?! ¡NO a la nueva!
-Miya: ¡Aquí no la queremos! ¡Ni conocerla! –insistió firme en su decisión.
-Chinami: ¡Silencio! Dejad que todas opinemos, ne?
Y se formaron enfrentamientos verbales, una lucha entre varias posturas: decidir si aceptar como venían las cosas u oponerse como niño rabioso sin razón. Las sensatas –Yurina y Maasa- buscaron por todos los medios amansaran a las fieras, sobre todo a la soberbia de Miya que defendía a capa y espada a su querida Saki.
-Momo: ¡Basta ya! ¡Oídme que soy la sublíder! –les gritó poniéndose de pie sobre la silla.
Las regañinas cesaron de golpe y prestaron un mínimo de atención a Momoko.
-Momo: Todas queremos a Saki como una hermana, esos sentimientos son seguros y no los cambiaremos –y continuó con una madurez que a veces afloraba en su mente- Pero somos chicas kawaii y nobles, entonces no haremos el feo a Tsunku-san y como mínimo veremos a su sobrina con nuestra mejor sonrisa.
La mayoría, salvo Miya –la voz discordante- aplaudió conforme la determinación de Momo.
-Miya: Okey, yo no pienso dar mi brazo a torcer –les dijo antes de marcharse sin despedirse.
En su dormitorio telefoneó a Saki pero ésta tenía el móvil apagado. Lo intentó dos veces de seguido hasta que entendió que no lo encendería en el resto de la noche. Cogió su álbum de fotos que guardaba bajo el colchón y fue ojeando las páginas a la vez que las lágrimas surcaban sus mejillas.
-Miya: No sabes lo mucho que te extraño…y por ti no permitiré que ninguna otra borre tu memoria de Berryz Koubou. Te quiero, tomodachi.
Se puso el pijama, apagó la luz y se metió en la cama.

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