Ya tenemos primera historia gracias a Yume :D Una historia dedicada a Berryz Koubou y aquí tenemos el 1º Capitulo! Espero que les guste n_n
1. LA PREOCUPACIÓN DE SAKI
Apenas terminado el verano y tras el último concierto del mismo nombre de la estación, las integrantes de Berryz Koubou se tomarían unas pequeñas vacaciones lejos de su país de origen –Japón-. Descansarían y renovarían la energía oxidada en las paradisiacas playas de Hawái.
A primera hora de un caluroso viernes en Tokio, subieron al avión con destino a Honolulú –la capital de Hawái-.
En los rostros de las chicas se apreciaba una felicidad que costaba distinguírsela a Saki, pues era la única que tenía la mirada perdida en la ventanilla.
-Miya: Eh Saki, ¿estás bien? –le preguntó con una palmadita en el hombro.
-Saki –suspiró y sin girar la cabeza asintió -Uhm.
-Miya –insistente, aún preocupada, prosiguió: ¿De verdad?
Su amiga volvió la cabeza, fingió una sonrisa y afirmó con la simple expresión de su cara. Natsuyaki-san creyó en sus gestos faciales depositando plena confianza.
Por megafonía les avisaron –sobresaltando a Maasa que dormía y desconcentrando a Momo que jugaba a videojuegos- que en breve aterrizarían.
Cuando el avión tocó tierra, las chicas y el equipo de encargados de la agencia bajaron.
Fuera del aeropuerto les esperaban unos taxis que les dejaron en el hotel donde se hospedarían. Saki, Miya y Risako decidieron compartir dormitorio; el resto de miembros dormiría en la habitación de al lado.
-Risako: Yaaii! ¡Qué comodidad! ne? –dijo tras hundir su cuerpo agotado en la cama del medio.
-Miya: ¡Y qué amplia la habitación! –añadió paseándose satisfecha.
Mientras sus compañeras sentían la libertad en sus mentes, Saki seguía apagada, demasiado decaída para su personalidad enérgica.
Risako enseguida se percató de su silencio y se le acercó sentándose a su lado.
-Risako: Eh…Saki, ¿te sientes incómoda?
Disimuló una sonrisa y antes de que pudiera justificarse Miya corrió a responder en su lugar.
-Miya: ¡Claro que no! Estará cansada del viaje, desho?
-Saki –poniéndose en pie atribuyó una mentirijilla- Así es, sólo cansancio acumulado.
-Miya: Ah, entonces será mejor que la dejemos dormir un rato, ¿estás de acuerdo, Saki?
Asintió con la cabeza esforzándose por no perder la sonrisa.
-Risako –aunque se temía algo raro que no sabía expresar y así podía notársele en su semblante, aceptó- Okey, volveremos a la hora del almuerzo.
-Miya: Mata ne! –se despidió moviendo la mano, cogió el bolso y salió afuera.
-Risako: Bye, bye Captain! –añadió siguiendo a Miya.
-Saki: Ja ne, chicas!
En la soledad de la alcoba, Saki reflexionaba con preocupación la angustia que le revolvía el cerebro. Tenía que tomar una decisión por sí sola o confesarles a sus amigas esas inquietudes que la apenaban tanto. Sin embargo, tenía miedo y no estaba segura de la opción que pesaba más: ¿Su propia felicidad o los sentimientos de los demás?
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